Atención ¡¡primicia!! hemos podido conseguir una foto del HARVEY ¡en otra balda!
Aquí está la prueba. Hay vida para Harvey más allá de su balda.
Klaus: Esto es muy bueno, porque significa que hay más posibilidades de que considere un hogar como una prolongación espacial de su balda y así pueda ir a una casa.
Harvey ¿cómo te sientes cambiando de balda?
Harvey: Extraño, ésta no es tan mullida y no está tan alta como la mía, no sé, es extraño…
Klaus: Más alto que estar debajo de un coche ya es, ¿no?
Harvey: Sí, ahí tienes razón, esto es más alto.
Klaus: Y ¿tú crees que en una casa te acostumbrarías?
Harvey: Bueno, si tiene baldas, quizá sí, pero no lo aseguro, nunca he conocido un hogar así que no sé cómo son las baldas en una casa.
Klaus: Bueno Harvey no te preocupes, seguimos intentándolo, al final ya verás como te dan la oportunidad de saberlo…
Harvey: Vale, mientras, si no os importa, me vuelvo a mi balda, que hoy ya he forzado mucho esto de estar en el «exterior».
Klaus: Vale Harvey, tranquilo, vuelve a tu «casa», seguro que damos con alguien que sepa el valor que tiene ofrecerte ese tipo de libertad que tanto necesitas…
Thor: ¿De qué tipo de libertad hablas Klaus?
Klaus: De la libertad de andar por distintas baldas, de la libertad emocional. Harvey es muy buena gente pero siempre se siente temeroso y oprimido, se pone sus propias barreras mentales y físicas, se aísla del mundo y pasa los días intentando ser lo más invisible posible, en su balda/casa. Por eso no preguntan por él, porque consigue ser invisible para quien va buscando un gato extrovertido, dinámico, alegre. Pero nosotros sabemos el pedazo de buen corazón que tiene y lo que puede llegar a dar de alegría en un hogar, cuando, por fin, de sienta a salvo y comprendido. Nosotros sabemos cuánto le gusta que le acaricien y hagan mimos, no bufa, no pelea, sólo se deja hacer. Sabemos lo feliz que podría hacer a una familia que lo aceptara en su casa, por eso os lo hemos presentado porque merece esa oportunidad que ya tuvieron sus hermanos, porque merece conocer lo que es un hogar, una casa de verdad. Es un gato atigrado esbelto, sano, fuerte, ¡precioso!
Duende: Y siendo tan bonito, yo un poco más oscuro que él pero prácticamente somos iguales, ¿cómo es que no ha tenido suerte hasta ahora?
Klaus: Porque la Sociedad premia y alaba a los «echaos palante», a los muy zalameros y pelotas, pero a los que necesitan su tiempo para confiar y entregarse, a esos no se les suele dar mucha oportunidad.
Mortimer: anda pues de eso puedo hablar yo, si no le llego a entrar por el ojo a mami no sé qué hubiera sido de mí, yo no me dejaba tocar, ni siquiera cuando mami me llevó confiaba yo en ella, ¡para nada!. Es que uno lo pasa mal con los humanos y cuesta quitarse ese miedo de encima, la verdad. Pero mis papis me dejaron hacer, tomarme mi tiempo para ir viendo, analizando las circunstancias, el nuevo ambiente, hasta que me dí cuenta de que sólo querían cuidarme y no hacerme daño y ahora… ¡soy un fiestas!! Me dicen que jamás pensaron que podía ser tan restregón y simpático, hasta suelo hablarles, en el Refugio no decía yo ni pío. Mirad qué Pancho y ancho y confiado soy ahora!
Así era en el Refugio
Así soy en un hogar
Klaus: Sí, es que la gente se deja llevar por una primera impresión, pero todos sabemos distinguir dónde están los diamantes en bruto…
Duende: Diamante no sé… pero bruto… es un rato largooo.
Mortimer: Es que un hogar hace milagros, no sé si será el calor… de hogar.
Duende: Yo creo que es la tele, tumbarte a verla sobre una mantita es que no tiene comparación…
Klaus: Pues yo creo que es más bien la cocina, esos olores, esa posibilidad de pillar algo ricooo en un descuido…
Thor: Que va, que va, lo que realmente reconforta es… una buena camita… Y para eso no hay mejor camita que la mía…
Lector: Ah, qué bonita Thor, de color Beige y… ¿con huellas y huesos de perro? Ejem, qué original siendo para un gato…
Thor: no son huesos de perro, son pesas de hacer ejercicio, hombre, pero mi camita especial… ¡no es beige!
Lector: estooo, ¿verde o marrón, entonces?
Thor: hummm, ¡pues tampoco!
Lector: jopé Thor, ¿la granate entonces? Es la única en la que no tienes fotooooo…
Thor: pues no, la granate tampoco es.
Lector: bueno, vamos a ver entonces, no entiendo dime, ¿cuál es tu camita y de qué color?
Thor: mias, lo que es decir mías… son las cuatro, pero la más mía especial es la grandeeeeee, la de de flores, lo otro son cuatro camitas que utilizo para siestas y que presto a mis compis por las noches porque…. ¡en algún sitio tienen que dormir, los pobres!
Klaus: en fin, las cosas y camas de Thor… y pensar que lo sacaron de una jaulita del mismo tamaño que una de sus camitas de ahora… ¡cómo cambia la vida! lo dicho, en un hogar todos cambiamos muuuucho, Harvey en un hogar sería un gato simpático, bueno, cariñoso y seguro que acabaría demostrando ese rasgo especial y único que tenemos todos los gatos, ¡ése que nos hace inconfundibles e inolvidables!
Animate a conocer a Harvey, primero lee su ficha en Felinos Bilbao, luego ponte en contacto con ellos y acércate a conocerle a su balda, digo, a su casa, comprueba lo que decimos, dale una oportunidad en tu vida y verás como en muy poquito tiempo te devuelve su gratitud en forma de simple y pura sonrisa de felicidad en tu cara.
¡Va con el sello de garantía de Cuatro Gatos! Pata!
****